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Instrucciones sobre cómo acelerar la germinación de las semillas
Por regla general las semillas acelerarán su proceso de germinación si se las deja a remojo unas horas o un día. Un sistema que minimiza el riesgo de encharcamiento y agiliza el nacimiento de la plantita es meterlas después en una bolsita de plástico de cierre hermético (como las utilizadas para la congelación de alimentos, aunque más pequeñas) con fibra de coco (a la venta en cualquier vivero o grandes superficies) ligeramente humedecida. Se coloca, a ser posible, al alcance no directo de una fuente de calor moderada, como un radiador. Siempre comprobando que el calor no sea excesivo. Así se las deja germinar sin remover el contenido de la bolsa hasta que las plantas hagan su aparición (un tiempo variable para cada especie y, en ocasiones, también para cada individuo). Cuando se proceda al trasplante a maceta con tierra, habrá que hacerlo con extrema delicadeza para que no se rompan las raíces u otras partes de la joven planta.
Por supuesto las semillas también pueden ser plantadas directamente en buena tierra de semillado.
Conviene regar los plantones muy pequeños siempre con vaporizador para evitar desagradables accidentes o un exceso de agua. En estos casos la humedad se podrá mantener teniendo las macetas cubiertas con un plástico transparente.
Hay que recordar que el sol es fundamental en el proceso de crecimiento de las plantas.
